¿Tienes problemas para perdonar?

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¿Tienes problemas para perdonar?

¿Tienes problemas para perdonar?

8 pasos para ayudar a dejar atrás el pasado y seguir adelante.

El perdón es mucho más que un gesto noble para reparar el daño causado a alguien que nos ha hecho daño, de hecho, es un viaje interior que se da, ante todo, entre nosotros mismos, y que puede llevarnos a la sanación y a encontrar un nuevo propósito en nuestras vidas. 

¿Cómo podemos transitar este proceso?

“Errar es humano; perdonar es divino”, escribió el poeta británico Alexander Pope en una obra del siglo XVIII sobre la crítica. No en vano, el poeta se refiere a la capacidad de perdonar como un atributo divino de un Dios misericordioso y clemente, aunque según la Psicología clínica perdonar a alguien que nos ha herido o agraviado requiere una gran fortaleza mental.

Sin embargo, a pesar de la gran dificultad, el acto de perdonar puede ser muy gratificante, perdonar significa liberar las emociones negativas o el deseo de venganza después de haber sido heridos, según investigadores de la maestría en Psicología en el campo del perdón y del Proyecto en técnicas cognitivas del Perdón, analizan que al hacerlo, nos despedimos de la amargura, el resentimiento y la autocompasión internos debido a un evento del pasado.

A menudo parece que cuando perdonamos a alguien lo hacemos por su bienestar, pero a la larga, parece que los principales beneficiados somos nosotros. Esta investigación también explica que cada vez que recordamos una herida o una herida sin resolver que llevamos con nosotros, el recuerdo libera señales de estrés y angustia en el cuerpo, esto nos afecta física y psicológicamente de forma regular y con el tiempo.

También dentro del campo de la Neurociencias se concluye que el perdón permite la curación emocional y nos ayuda a avanzar en nuestras vidas con significado y propósito.

Y cuando la mente se cura, el cuerpo se suma rápidamente, según estos estudios han demostrado que el perdón ayuda a reducir los sentimientos de estrés y enojo, lo que contribuye a equilibrar los niveles de presión arterial, un mejor sueño, la relajación de la tensión muscular, una mejor función del corazón y del sistema inmunológico, y más.

Entonces, ¿cómo podemos nosotros también beneficiarnos del mejor bienestar mental y físico que aporta el perdón? No hay una fórmula fácil de seguir, el perdón es un proceso de varios pasos que a menudo se procesa de forma no lineal», para cada uno de nosotros, puede ser diferente: algunos decidirán restablecer la relación con la persona que los ofendió, y otros no. Algunos optarán por contactar y contar su decisión de perdonar, y otros se lo guardarán para sí mismos. Algunos sentirán una liberación, un alivio o un cierre. Lo principal es atravesar un proceso de afrontamiento que, en última instancia, los haga sentir completos y más fuertes.

Sin embargo, existen varias acciones y pasos que podemos dar para acoger el perdón en nuestros corazones, ya sea en la preparación mental preliminar, en el acto mismo de perdonar o en el proceso posterior. 

Aquí presentamos ocho de las recomendaciones de los expertos mencionados:

  1. Rompe los prejuicios: Uno de los primeros pasos en el camino hacia el perdón es comprender a quién perdonamos. El perdón a veces puede parecer un acto externo dirigido a la persona que nos lastimó, una idea que a menudo nos genera antagonismo, pero la verdad, es un proceso completamente interno que busca liberar sentimientos dañinos de ira y resentimiento y alcanzar la plenitud interior. No se trata de excusar a la otra persona, reprimir el dolor que nos causó ni legitimarlo, tampoco es necesario reconciliarse con quien nos lastimó y restaurar nuestra relación, ni siquiera es necesario establecer contacto con ella. El perdón es un proceso que ocurre, ante todo, en nuestro corazón y para nuestro bienestar.

  2. Entrena el músculo del perdón: el perdón es una habilidad que se puede mejorar con la práctica, como parte de la preparación para el perdón, dice, es importante ejercitar la compasión. Parte de ello es practicar el amor gratuito en la vida cotidiana, como dejar que alguien nos adelante en la calle o sonreírle a un desconocido, "cuando cultivamos una mentalidad que valora la humanidad que todos compartimos, se vuelve más difícil desestimar a alguien que nos ha hecho daño como indigno". Este estudio refuerza esta idea y sugiere añadir pequeños actos de perdón a nuestra rutina diaria. ¿Alguien se comió la comida que guardamos en el refrigerador de la oficina? quizás tenga dificultades para pagar una comida. ¿Alguien nos rayó el automóvil mientras estaba aparcado? es molesto, pero podemos recordar que estos rayones suceden todo el tiempo. «La ira no arreglará nuestro automóvil», y el perdón ayudará a ambas partes a sentirse mejor tras el incidente.

  3. Procesar nuestras emociones: para avanzar de verdad y soltar, lo mejor es empezar por reconocer y procesar nuestros sentimientos sobre el dolor. Esta investigación de los investigadores de la maestría en Psicología en Neuro-Psicología explica que es natural sentir emociones negativas como la ira, el dolor y la autocompasión, afirma que no hay un plazo fijo para procesarlas. "Perdonar significa permitir que las emociones negativas de ira y dolor entren y dejarlas ir porque ahora estamos en paz con nuestras vidas".

  4. Recordar la importancia de las personas en nuestra vida: si bien perdonar no implica necesariamente hacer las paces con la persona que nos lastimó y reparar la relación, es especialmente importante en las relaciones que queremos mantener: matrimonio, familia, relaciones laborales y amistades, para promover el perdón hacia alguien importante, se sugiere recordar por qué es importante tener a esa persona en nuestras vidas y las cosas positivas que nos ha dado. "Las personas en nuestras vidas son insustituibles. Es importante recordar que tenemos un padre, una madre y un mejor amigo".

  5. Cambia la historia: otro paso que nos prepara para el perdón es cambiar la narrativa que nos contamos sobre los roles de los personajes. Nuestro cerebro está programado para mantenernos seguros, explica esta investigación, y parte de esto es un mecanismo que cuenta historias de causa y efecto para simplificar y afrontar una amenaza, “estas historias suelen estar distorsionadas, así que la manera más rápida de perdonar es cambiar la historia”, por ejemplo, podríamos contarnos que una amiga no nos invitó a su boda hace cinco años y que fue algo terrible que aún recordamos, en cambio, podríamos intentar pensar en cómo podría haber estado en un mal momento de nuestra relación y cómo pudo haber sido un error de su parte.

  6. Expresar el perdón: ¿cómo avanzamos hacia el acto mismo de perdonar una vez que lo hemos elegido y nos sentimos preparados? ¿Y cómo lo hacemos si elegimos no hacerlo o no podemos acercarnos a la persona a la que queremos perdonar? el perdón empieza y termina con nosotros, y que podemos perdonar incluso sin importar a la otra parte para mejorarnos a nosotros mismos.

  7. Utiliza modelos basados ​​en la investigación: “practicar el perdón puede ser un desafío”, “Es natural tener dificultades, pero no tienes que hacerlo solo”, existen diversos programas y modelos basados ​​en la investigación que pueden guiarnos en el proceso, uno de ellos es el modelo REACH, desarrollado por el profesor de psicología Everett Worthington, experto en el campo del perdón. El modelo tiene 6 pasos: traer a colación el evento o experiencia que está dañando nuestra memoria e imaginación, identificarse con la otra persona a través de un juego de roles y una conversación imaginaria entre ustedes, dar un regalo altruista – cuando perdonamos a alguien, se siente aliviado, por lo que es un regalo que podemos darle –, comprometerse a perdonar a través de la escritura y, finalmente, mantener el perdón leyendo lo que hemos escrito siempre que dudemos del proceso que hemos seguido.

  8. Reconocer nuestro crecimiento en el proceso. una vez completado el proceso de perdón, podemos seguir adelante con nuestras vidas, para aprovechar al máximo el camino recorrido, es recomendable identificar los beneficios que obtuvimos, aunque sufrimos mucho, el simple hecho de perdonar finalmente nos ayudó mucho. Reconocer esto puede ayudarnos a redescubrir el significado y el propósito de nuestras vidas, que a menudo se pierden cuando sufrimos profundamente.

Hay muchas maneras de encontrarle sentido a nuestro sufrimiento, por ejemplo, algunas personas pueden sentir que han salido del proceso más fuertes y con mayor resiliencia emocional, y comienzan a usar su experiencia como mecanismo de afrontamiento para el futuro. Otras pueden descubrir que su perspectiva de la vida ha cambiado y, como resultado, reordenan sus prioridades en lo que realmente les importa, y algunas optan por empezar a ver más el lado hermoso y positivo del mundo. 

Para tener una formación en Neuro - Psicología puede inscribirse para optar a una beca.

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