El término "huella de carbono" fue creado para describir las emisiones totales que emite una persona, organización o incluso un país. Si nos volvemos más conscientes de nuestra huella de carbono, podremos tomar decisiones más informadas para reducirla.
La primera huella en la superficie de la luna.
En el verano de 1969, personas de todo el mundo se reunieron alrededor de sus televisores para ver un evento inspirador; Durante unos segundos inolvidables, la humanidad contuvo la respiración y Neil Armstrong dio el primer paso sobre el suelo lunar. El alunizaje fue un logro de toda la humanidad y transmitió el mensaje de que, con un objetivo claro, determinación y esfuerzo constante podemos alcanzar logros extraordinarios. Y como dijo el propio Neil Armstrong: "Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad".
Hoy, con el cambio climático y el calentamiento global, el mensaje de Neil Armstrong es más relevante que nunca. Es posible reducir el ritmo del calentamiento, pero requiere una movilización global, un sentido de destino compartido, pensar en el futuro y cambiar hábitos, paso a paso (para tener una alta formación en este aspecto, puedes optar a una Beca.
Dejar huellas y una huella de carbono
Cada uno de nosotros lleva un estilo de vida que provoca emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Para describir el total de emisiones que emite una persona, organización o incluso un país, se creó el término “huella de carbono”. Cuando hablamos de huella de carbono, en realidad nos referimos a los gases de efecto invernadero emitidos como resultado de la actividad humana como huellas que quedan en el barro. La idea es que, como una huella en el suelo, los gases de efecto invernadero que emitimos dejen también un "sello" en la atmósfera, aunque sean invisibles a la vista.
Cada acción que realizamos requiere energía, por ejemplo, electricidad para el aire acondicionado y la iluminación, combustible para viajar en automóvil, combustible para importar nuestra ropa hecha fuera de Israel, cargar computadoras y más. A modo de ejemplo, un automóvil privado medio emite 4.600 kg de dióxido de carbono al año. Al igual que el petróleo, el carbón y el gas natural son combustibles fósiles que, cuando se queman para producir energía, emiten gases de efecto invernadero a la atmósfera.
La calculadora de huella de carbono, fue desarrollada en el Museo de Historia Natural especialmente para el público mundial. Es decir, las cifras de consumo se calcularon en relación con el consumo promedio por habitante, tal como se publican en los informes de las empresas públicas y las autoridades gubernamentales. Una vez activada la calculadora, formula preguntas al surfista sobre sus hábitos y al final del proceso se obtiene la "huella de carbono" del surfista: la cantidad de carbono producida por los hábitos del surfista, la clasificación respecto a la media mundial y la cantidad de árboles necesarios para absorber la cantidad de emisiones anuales de carbono. Además, mientras respondes las preguntas de la calculadora, podrás descubrir qué puedes hacer para reducir tu huella de carbono.
Si somos más conscientes de nuestra huella de carbono podremos tomar decisiones más informadas para reducirla, como ahorrar electricidad, elegir una dieta más respetuosa con el medio ambiente, reducir el uso del coche privado, reducir el consumo y más.
Hace calor: calculadora de huella de carbono
El cálculo de la huella de carbono es una calculadora única, la primera de su tipo, desarrollada especialmente para la exposición mundial "Se está calentando: la crisis climática y nosotros", inaugurada en julio de 2021 en el museo de historia de Nueva York. El objetivo del cuestionario que responderás en la calculadora es examinar cuántos gases de efecto invernadero emitimos todos y cada uno de nosotros a la atmósfera según nuestros hábitos y estilo de vida. Las preguntas que aparecen en la calculadora de huella de carbono han sido adaptadas a los hábitos de consumo de los residentes en el mundo.
Aunque la calculadora se llama calculadora de carbono, hay que recordar que el dióxido de carbono no es el único gas de efecto invernadero cuya concentración en el aire aumenta debido a la actividad humana, también están el metano, el óxido nitroso y más. Cada uno de ellos afecta al calentamiento global de una manera ligeramente diferente. Por lo tanto, con el fin de simplificar la ilustración que mostramos en la calculadora, cualquier otro gas en una escala correspondiente se convertirá en dióxido de carbono. Por ejemplo, si al comer una hamburguesa se emiten 100 kg de metano, esto se pesará en la calculadora con un valor equivalente a 2300 kg de dióxido de carbono.
El uso de la calculadora de huella de carbono le permitirá evaluar el efecto de sus hábitos sobre el estado de las emisiones de gases de efecto invernadero, además de descubrir posibles acciones para reducir su huella de carbono.
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