¿Qué es la Ecoeficiencia Empresarial?
La Ecoeficiencia Empresarial en la creación de valor compartido e implica un uso eficiente de los recursos, que conlleva menor producción de residuos y contaminación, a la vez que se reducen los costos operativos, contribuyendo así a la sostenibilidad económica general de la institución.
Una empresa ecoeficiente cumple con sus obligaciones y compromisos legales y éticos. También adopta y desarrolla buenas prácticas para disminuir sus impactos ambientales negativos en actividades y operaciones.
“La ecoeficiencia permite identificar y expandir las conexiones que favorecen el progreso económico, social y ambiental de una empresa. Asimismo, genera plusvalía económica del modelo de negocios, incrementando su valor ecosistémico y social”. Diego Díaz Martín, PhD
Desde la perspectiva de la responsabilidad social empresarial, la Ecoeficiencia no se limita a cumplir con las obligaciones comerciales, sino que también contribuye a preservar, desarrollar y administrar la reputación de la empresa. Esto no solo mejora su imagen y sus relaciones con los principales actores en su entorno, sino que también abre nuevas oportunidades de mercado, incluyendo opciones para obtener certificaciones internacionales.
Al comprometerse voluntariamente más allá de los requisitos mínimos establecidos por las normas ambientales, la Ecoeficiencia no solo reduce los costos de producción empresarial, sino que también genera ingresos adicionales mediante el reciclaje y la reutilización de residuos. De hecho, las empresas ecoeficientes tienden a ser más productivas y rentables, llegando incluso a ser destacadas en importantes índices bursátiles, como el conocido Dow Jones de Sustentabilidad.
Dentro de los principios clave de la ecoeficiencia, se encuentra la idea de reducir la cantidad de materiales utilizados:
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Minimizar la emisión de contaminantes y la producción de residuos.
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Reducir el consumo de energía y agua.
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Aumentar la eficiencia en el uso de los productos.
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Promover la durabilidad de los productos.
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Priorizar el uso de recursos renovables en lugar de los no renovables.
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Impulsar la reutilización y el reciclaje de materiales.
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Optimizar los procesos de producción, fomentando el diseño ecológico y prácticas más limpias.
Introducir políticas ambientales en las empresas puede jugar un papel crucial en la reducción del impacto negativo acumulado a lo largo de los años debido a las actividades humanas en la Tierra. Una medida que ha ganado terreno para contrarrestar estos efectos es la ecoeficiencia.
¿Qué implica y cómo se puede llevar a cabo?
Con el tiempo, nuestro planeta está perdiendo vitalidad debido a las diversas acciones humanas realizadas sin considerar las consecuencias ambientales. Pequeñas acciones cotidianas, como dejar dispositivos electrónicos encendidos sin necesidad, prolongar el uso de cargadores o mantener luces innecesarias encendidas, pueden parecer insignificantes individualmente, pero a gran escala generan impactos ambientales significativos. Estos comportamientos señalan un uso inadecuado de los recursos, contribuyendo al deterioro ambiental que enfrentamos.
Adoptar un enfoque empresarial basado en la ecoeficiencia puede brindar a tu empresa una serie de beneficios, entre ellos:
- Minimización de costos de producción.
- Mayor competitividad e influencia en el mercado.
- Generación de ingresos adicionales a través del reciclaje y la reutilización de desechos.
- Reconocimiento por parte de los consumidores.
Para asegurar una implementación efectiva de prácticas ecoeficientes, en ATS Gestión Documental nos centramos en abordar las siguientes dimensiones:
Dimensión social: Fomentamos la comprensión y apoyo de los empleados mediante normas y comunicación, destacando la importancia de la ecoeficiencia para el medio ambiente y la empresa. Un entendimiento compartido facilita el logro de metas comunes.
Dimensión económica: Consideramos la prosperidad económica como un pilar clave de la responsabilidad empresarial. Desarrollamos estrategias para satisfacer las necesidades de producción y asegurar la sostenibilidad a largo plazo, promoviendo la autosostenibilidad.
Dimensión tecnológica: Invertimos en tecnologías ecoamigables para abordar las necesidades ambientales. En nuestro caso, en ATS Gestión Documental, hemos realizado inversiones sólidas en plantas fotovoltaicas para aprovechar la energía solar en nuestras operaciones.
Dimensión ambiental: En todas nuestras políticas empresariales, priorizamos el medio ambiente más allá de los intereses económicos. Comprendemos a fondo conceptos, causas y consecuencias ambientales para establecer políticas alineadas con la protección del entorno.
Antes, la gestión ambiental en las empresas solía ser vista como un obstáculo para el desarrollo empresarial, algo que iba en contra de la idea de producir más. Pero ahora, las empresas y las administraciones han cambiado de perspectiva y defienden el respeto por el medio ambiente.
Este respeto empresarial implica reducir el impacto ambiental en relación con la producción, lo que llamamos ecoeficiencia. Para las empresas, ser ecoeficientes significa producir más con menos recursos.
El crecimiento sostenible es clave, y las empresas reconocen las ventajas de una gestión ambiental adecuada y la importancia del desarrollo sostenible.
El modelo productivo debe tener al medio ambiente como motor, ya que no se puede concebir el crecimiento sostenible sin considerar la ecoinnovación, la protección ambiental y el desarrollo económico respetuoso con el entorno.
Las empresas tienen información sobre sus residuos, saben cómo gestionarlos y conocen los costos asociados. Se espera que los empresarios contabilicen sus residuos, optimicen el consumo de recursos, apliquen mecanismos de gestión ambiental y consideren la ecoeficiencia. También se insta a aplicar sistemas de Gestión Medioambiental y buscar la ecocertificación.
La administración debe desempeñar un papel activo definiendo indicadores clave y suministrando información esencial para la ecoeficiencia. Esto incluye fomentar la corresponsabilidad ambiental mediante convenios y apoyo público para la financiación de auditorías ambientales.
Los beneficios de la gestión ambiental en la empresa incluyen la mejora de la imagen corporativa, el ahorro de recursos, la prevención de riesgos ambientales y el cumplimiento de normativas. Además, la adaptación a la normativa ambiental se refuerza mediante la firma de convenios.