El profesor Lee es un investigador de la Universidad Trinity de Dublín y solía calentar su almuerzo en el microondas todos los días en un recipiente de plástico, pero se detuvo cuando él y sus compañeros de trabajo descubrieron algo inquietante: el descubrimiento de que su comida podía estar contaminada.
Los alimentos en contacto con recipientes de plástico liberan una gran cantidad de pequeñas partículas llamadas microplásticos por estar en contacto con los alimentos en recipiente de plástico que entran en calor o abrasión resultante de usos repetidos de estos recipientes.
"Nos quedamos impactados", dice el profesor Lee, por la gran cantidad de microplástico que tiene nuestro alimento guardado en recipientes de plástico, lo mismo ocurre con las teteras y biberones que liberan microplásticos, otros investigadores, del Trinity College Dublin, informaron el pasado mes de octubre de 2023 que si los padres preparan fórmula infantil al sacudirla en agua caliente dentro de un biberón de plástico, su bebé puede terminar tragando más de un millón de partículas de microplástico cada día, calculó el equipo (para mayor conocimiento de la seguridad alimentaria y nutrición con Inscripción gratis y beca.
Lo que otros investigadores aún no saben es si es peligroso, todo el mundo come e inhala arena y polvo, y no es está claro si una mayor absorción de partículas de plástico nos perjudicará. "La mayor parte de lo que tragas va a pasar directamente a través del intestino y saliendo por el otro extremo", dice Tamara Galloway, ecotoxicóloga de la universidad Exeter Reino Unido.
"Creo que es justo decir que el riesgo potencial puede ser alto", dice Lee que elige cuidadosamente sus palabras.
Los investigadores están preocupados por los posibles daños de los microplásticos, durante casi 20 años, aunque la mayoría de los estudios se centraron en los riesgos para la vida marina. Richard Thompson, un ecólogo marino de la Universidad de Plymouth, Reino Unido, acuñó el término en 2004 para describir las partículas de plástico de menos de 5 milímetros de ancho, después de que su equipo los encontrara en playas británicas, desde entonces los científicos han visto Microplásticos en todas partes: en los océanos profundos; en la nieve del Ártico y la Antártida hielo; mariscos, sal de mesa, agua potable y cerveza; Flota en el aire o cae con lluvia sobre montañas y ciudades.
Estas pequeñas piezas pueden tardar décadas o más en descomponerse por completo, "es casi seguro que existe algún nivel de exposición en casi todas las especies", dice Galloway. Las primeras investigaciones sobre microplásticos se centraron en microperlas encontradas en productos de consumo y cosméticos (para mayor información y optar una beca.
Estas bolas de plástico (microperlas) pueden desprenderse de los productos, así como resultado de fracturas por el desgaste lento de las botellas desechadas y otros objetos de gran tamaño que se han convertido en residuos, todo esto es arrastrado a ríos y océanos:
En 2022, los oceanógrafos estimaron que había entre 51 y 81 billones de partículas microplásticas, partículas flotando en aguas superficiales de todo el mundo, desde entonces se han identificado otras fuentes de microplásticos: partículas de plásticos de los neumáticos de los automóviles fueron expulsados a las carreteras y las microfibras sintéticas de la ropa se desprendieron. las partículas al volar entre el mar y la tierra, las personas están expuestas, inhalan o comen plástico de todas las fuentes comunes.
Estudios limitados sobre microplásticos en el aire, el agua y la sal en los mariscos han encontrado que niños y adultos pueden ingerirlos del medio ambiente cuando salen cada día entre decenas y más de 100.000 partículas de microplásticos, según Albert Koelmans, científico medioambiental en la Universidad de Wageningen en los Países Bajos, informó esto el pasado mes de marzo, él y sus colegas piensan que en el peor de los casos, las personas pueden ingerir microplásticos equivalentes al peso de una tarjeta de crédito cada año.
Los reguladores en salud publica están dando el primer paso para cuantificar el riesgo para la salud de las personas: medir la exposición, este julio, la Junta de Control de Recursos Hídricos del Estado de California, una rama de la Agencia de Protección Ambiental del Estado se convertirá en el primer regulador del mundo y convertirse en la autoridad para promulgar métodos estándar para la cuantificación de concentraciones microplásticos en el agua potable, con el objetivo de monitorizar el agua durante los próximos cuatro años y reportar los resultados en público.
Evaluar los efectos de pequeñas partículas de plástico en personas o animales es la otra mitad del trabajo, el acertijo es más fácil decirlo que hacerlo. Más de cien estudios de laboratorio han revelado que los animales, principalmente organismos acuáticos, tienen grandes cantidades de microplásticos. Sus hallazgos muestran que la exposición puede provocar a ciertos organismos grandes daños físicos -difícil de interpretar porque los micro-plásticos abarcan muchas formas, tamaños y composiciones químicas, y muchos de los estudios han utilizado los materiales que eran bastante diferentes a los de alrededor. Las partículas más pequeñas, llamadas nanoplásticos que son partículas de plástico de menos de 1 micrómetro: lo que más preocupa a los investigadores, los cuales es posible que algunos puedan ingresar a las células alterando la actividad celular, pero en su mayoría estas partículas son demasiado pequeñas para ser vistas incluso por los científicos. No se contaron en las evaluaciones nutricionales de Colemans y California ni siquiera intenta monitorearlos.
